Como parte del proceso formativo los y las estudiantes de Trabajo Social de la UAysén, comenzarán sus prácticas intermedias como parte del “Taller de prácticas 3”, que les permitirá integrarse a equipos de trabajo de centros e instituciones que cumplen con el perfil de egreso de la carrera, a través de convenios formalizados con la universidad.
Consuelo Voigt, académica y coordinadora de prácticas de la la carrera de Trabajo Social, destaca la importancia de este hito para los y las estudiantes.“Es el inicio de la inserción en las distintas instituciones que tenemos en nuestro territorio, donde las alumnas y alumnos comienzan a concretar todo lo aprendido durante estos tres años de carrera y es la antesala de su práctica profesional en cuarto año”, indicó.
Las pre prácticas se realizarán en modalidad virtual (con visitas presenciales en algunos casos) integrándose de esta manera al instituto de derechos Humanos cuatro estudiantes, para trabajar en temas de trata de personas y campamentos en la región; cinco estudiantes se sumarán a la Municipalidad de Coyhaique, para colaborar en el área de Oficina de la Mujer y en territorios; tres se sumarán el Centro de la Mujer de Puerto Aysén; seis se integrarán a la Fundación Superación Pobreza, para realizar un levantamiento de información en las localidades de Río Ibáñez, Cerro Castillo, Bahía Murta, Puerto Tranquilo y Puerto Sánchez y cuatro ingresarán en el Servicio Nacional de Adulto Mayor, en el programa de Viviendas tuteladas.
Yessica Sobarzo, estudiante de tercer año de Trabajo Social, cursará su práctica en la Fundación Superación Pobreza, señala tener altas expectativas pese al contexto de crisis sanitaria. “Es muy importante la capacidad que tenemos como carrera para adaptarnos a las nuevas formas de hacer prácticas a través de plataformas online. En específico me interesa mucho el poder levantar datos para la Fundación para la Superación de la Pobreza, que serán relevantes para las estadísticas de la región.
Ricardo Villalobos, director regional de Fundación Superación Pobreza, valora la incorporación de los y las estudiantes al trabajo que realizan como institución en la región. .“Es un desafío el generar y promover espacios para que jóvenes estudiantes desarrollen competencias para la intervención e investigación en contextos de vulnerabilidad social y pobreza, velando porque en ellos se genere una experiencia significativa de vínculo con las comunidades y realidades locales en el contexto regional”, señaló.
Para Ivanna Salinas, estudiante de tercer año de Trabajo Social, que realizará su práctica en el INDH, señala que esta etapa es un proceso fundamental para su formación “Mis expectativas en esta primera práctica se centran en obtener nuevos conocimientos que ayuden en mi desarrollo profesional y entregar aquellos que ya he adquirido”, indicó.
Miguel Voight, estudiante de tercer año de Trabajo Social, quien también se incorpora al INDH, señala el entusiasmo por este desafío. “Luego de años nutriendo los conocimientos teóricos, al fin tenemos la posibilidad de acercarnos a labores en las cuales podremos desenvolvernos en el futuro, poniendo en práctica los conocimientos, habilidades y actitudes adquiridos en el periodo lectivo y aportar a la institución en la cual nos desenvolvemos, también es una oportunidad de ganar experiencia en el ámbito laboral”, indicó.
Carla Romo, profesional del INDH Región de Aysén, destaca que “las prácticas profesionales son un hito de altísima relevancia que favorece la construcción de un proyecto común: ser agentes de cambios. “A través de esta experiencia, se espera aportar en la visibilización de temáticas de importancia en materia de promoción y protección de los derechos humanos, mediante el análisis y reflexión que las/los alumnos tienen como representantes de una universidad estatal con sello y sentido regional”, señaló.
Para Paulina Soto, estudiante que realizará su pre práctica en el Centro de la Mujer de Puerto Aysén, se trata de un gran desafío en el contexto del empoderamiento que se está dando cada vez más fuerte gracias a los colectivos femeninos. “Esto nos ha empujado a sentirnos más seguras para dejar en claro que la violencia de género nos ha afectado a muchas y que debemos darle un alto en nuestra sociedad. Espero poder conocer sobre los mecanismos institucionales de prevención y aprender de esta nueva experiencia”, relató.
Karin Jaramillo, Coordinadora del Programa Condominio de Viviendas Tuteladas de Coyhaique, relevó que es la primera práctica de la carrera de Trabajo Social en el condominio de viviendas tuteladas. “Es una gran oportunidad para ampliar la intervención con personas mayores, incorporar nuevas herramientas que nos permitan, salir de la intervención médica, considerando determinantes sociales, culturales y la intergeneracionalidad que se produce en el encuentro entre los alumnos y los beneficiarios de nuestra fundación”, señaló.
Las pre prácticas se extenderán por todo el segundo semestre académico.