La importancia de conocer las capacidades específicas de la macrozona es vital para que las políticas públicas nacionales en Ciencia y Tecnología sean con una mirada global de los diferentes escenarios del país. En este sentido, el Nodo Ciencia Austral para la aceleración de impacto territorial de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), busca identificar brechas que limitan el desarrollo científico-tecnológico, establecer prioridades y proponer una estrategia con el fin de robustecer el ecosistema de CTCI de las regiones de Aysén y Magallanes y la Antártica Chilena.
Como una forma de acercar la CTCI a las necesidades del territorio surge el proyecto Nodo Ciencia Austral financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y ejecutado por la Universidad de Magallanes, Universidad de Aysén, Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia e Instituto Antártico Chileno. Este proyecto contempla en su primera etapa elaborar un diagnóstico transversal y diagnóstico específico de ambas regiones, insumo necesario para la elaboración de un hoja de ruta. El proceso de ejecución del proyecto ha sido apoyado por un equipo liderado por el Dr. Ronald Cancino, académico de Sociología de la Universidad de la Frontera.
Para Marcelo Leppe, director del Instituto Antártico Chileno, este proyecto viene a articular a todos los actores involucrados directa e indirectamente con ciencia y tecnología. “Nosotros vemos como de gran importancia un proyecto como este, ya que es importante asimilar las razones por las cuales no hemos sido tan exitosos en lograr la permanencia del capital humano aventajado en términos científicos y tecnológicos, que pudiera liderar líneas de investigación nuevas en la macrozona o bien consolidar las existentes y eso es lo que busca este proyecto: hacer un adecuado diagnóstico, abordar el desafío de manera multidimensional y transdisciplinaria para, finalmente, generar lineamientos base que apunten a una estrategia de desarrollo regional para la ciencia y tecnología”, comentó.
El Dr. Giovanni Daneri, director ejecutivo del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), destaca que cuentan con experiencia en la región que puede aportar en la sugerencia de brechas y áreas de investigación. “El hecho de que como centro seamos parte del NODO es que éste pueda tener una mirada más completa y exitosa, desde la diversidad multidisciplinaria y los años de trabajo en el territorio. Este proyecto permite identificar brechas y jerarquizar las áreas de investigación de importancia para la región, focalizando así, los recursos para los temas de mayor necesidad en este momento en la macrozona”, comentó.
Gerard Olivar, director de Investigación de la UAysén, destaca la importancia de este que toma una fotografía del panorama territorial en cuanto a investigación, con una mirada puesta en la innovación, en el desarrollo (sostenible), y en el bienestar de los habitantes del territorio macrozonal. “Al tener la complicidad de muchas miradas, desde lo económico, lo social, lo ambiental, pero pensado desde lo local y para lo local, el proyecto toma una relevancia destacable. Además, se da un contexto de colaboración nacional y regional. Una oportunidad única para delinear una hoja de ruta. Así, la Universidad de Aysén toma el gran reto de influir y liderar, junto a los demás actores mencionados, lo que ha de ser nuestro norte; mejor dicho, nuestro Sur, de una manera sinérgica con nuestros vecinos. Somos parte ya de las decisiones a nivel regional y macrozonal. Y eso conlleva muchos beneficios, pero también muchas responsabilidades que, sin duda, estamos tomando y tomaremos en el futuro”, comentó.
La elaboración del diagnóstico que aquí informamos es el resultado de un proceso ampliamente participativo para el cual se identificaron actores claves del entorno, que fueron convocados a talleres ampliados y diálogos ciudadanos para validar avances y que colaboren en la definición de prioridades en áreas específicas del ecosistema y proponer soluciones adaptadas a las necesidades locales.
En este contexto, el Dr. Juan Carlos Aravena, director del proyecto, indicó que “estamos celebrando uno de los hitos de nuestro proyecto, que es el diagnóstico transversal y específico de la macrozona, este producto va a ser un insumo para el trabajo que estamos realizando que consiste en la planificación una hoja de ruta, que tiene que ser muy colaborativa, los diagnósticos que se elaboraron están siendo ahora discutidos y revisados por las instituciones ejecutoras y por otras entidades interesadas en el tema, como la Seremi de Ciencia y Tecnología. Y además va a estar siendo validado por la participación de los actores de la macrozona a través de este trabajo participativo que se desarrollará en el marco de la hoja de ruta”.
Es importante destacar, que este diagnóstico considera el estudio de políticas públicas y análisis de los instrumentos vigentes. También, una revisión de publicaciones científicas WOS, SCOPUS y SCIELO, y proyectos ANID; CORFO; FIA, INACH y otros de los últimos cinco años desarrollados y ejecutados en la Macrozona.
El diagnóstico transversal aborda una presentación general y análisis de capacidades de la CTCI y desarrollo territorial. También un estudio preliminar donde se identifican características y desafíos socioeconómicos y de políticas públicas; controversias, demandas y requerimientos a la CTCI en la macrozona Austral desde la visión científica y ciudadana.
En tanto, el diagnóstico específico contempla un análisis de capacidades de la CTCI en la macrozona Austral, según las siete variables solicitadas por la ANID, que corresponden a investigación, innovación basada en la ciencia, capital humano, infraestructura, equipamiento, asociatividad y laboratorios naturales. Es un análisis más preciso que fija indicadores por medio de la recopilación de información e identificación de las líneas de investigación y desarrollo que más se han explorado en ambas regiones.
Principales desafíos
En el aspecto económico, dado el importante aumento en la población y la creciente urbanización, en las zonas de Aysén y Magallanes, surgen desafíos para la investigación sobre transformaciones territoriales y las nuevas demandas sociales. Según el diagnóstico, mirado en el largo plazo, Aysén posee una economía más dinámica, en tanto en Magallanes se observa una recesión.
Dentro de los desafíos en la zona Austral está promover el desarrollo de capital físico, tecnológico y humano sostenible ambientalmente, fortaleciendo unidades de gestión de la innovación en instituciones de CTCI de la zona, definiendo planes de desarrollo científico tecnológico asociando a la industria con universidades regionales. El desarrollo así descrito, sin duda, debe prever la expansión considerable en la actividad turística de ambas zonas, por lo que se debe considerar la contaminación atmosférica, la gestión de desechos y la focalización de la investigación en los efectos socioambientales y en sus consecuencias para el turismo, especialmente en ecosistemas marinos, terrestres, cambio climático, poblamiento humano.
Se destaca también el crecimiento de pequeñas empresas con actividades de innovación en Aysén. En cambio, son las medianas y grandes empresas en Magallanes las que han desarrollado innovación. Frente a esto, los desafíos de la CTCI, en la zona Austral es dar prioridad a la transformación productiva sustentada en las capacidades científicas, con agendas diferenciadas para Aysén y Magallanes.
En cuanto a las políticas regionales las principales convergencias se refieren al fortalecimiento de las instituciones y el ecosistema de CTCI, formación de Capital Humano Avanzado, encadenamiento productivo e innovación, fortalecimiento de conocimiento e identidad regional y potenciar la capacidad científica sustentable. Por lo tanto, los desafíos son realizar propuestas de diseño y convergencia de políticas públicas, dotar de mayores competencias a tomadores de decisiones para descentralizar políticas y gastos en CTCI, generar propuestas de cambios, programas de inversión y convenios de programación. Surgiendo, además, la importancia de actualizar las políticas de cambio climático y pandemias locales o globales.
Junto a lo anterior, el Nodo de CTCI ha identificado 8 grandes áreas de desarrollo en el que existen capacidades de CTI y el potencial de articular a desafíos del territorio, tales como Cambio climático, Poblamiento Humano y Paleontología, Ecosistemas marinos y terrestres, Gestión del Desarrollo Sustentable, Biorecursos y Productos Naturales, Energía y Salud.
Para concluir, es importante mencionar que el diagnóstico está en etapa de revisión por parte del comité técnico y las instituciones ejecutoras, el cual será socializado ampliamente ante los distintos canales y medios utilizados por el nodo, también se dispondrá en la web: www.nodocienciaaustral.cl.