El proyecto Nodo Ciencia Austral para la aceleración de impacto territorial de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), inicia la construcción de la hoja de ruta . En este contexto, este martes 9 de noviembre, se realizó la reunión de Comité Ejecutivo de Coordinación Macrozonal (CCM), sesión mensual que convoca a diversos actores, del ámbito público y privado de ambas regiones, instancia en que se revisaron los principales desafíos y áreas de desarrollos identificadas en la macrozona Austral en el ámbito de la CTCI conducentes a la construcción de la hoja de ruta.
Francisco Lara, jefe de la DIPLADE del Gobierno Regional de Aysén destacó que “esta es una importante instancia de coordinación que nos permite tomar decisiones hacia dónde queremos ir, qué es lo que queremos realizar, cuáles son las etapas dentro de esa hoja de ruta a continuar y establecer finalmente cuáles son las prioridades en el desarrollo de la ciencia para las regiones de Aysén y Magallanes.”
Durante la sesión se realizó el Taller Desafíos e Iniciativas Estratégicas, considerando la mirada trascendental de los distintos sectores representados, donde se levantaron acciones relevantes para abordar las brechas identificadas en la etapa de diagnóstico transversal y estudio de línea base Macrozona Sur Austral clasificados en las temáticas de: formación de capital humano; investigación e innovación (individual, asociativa, aplicada); redes de articulación y colaboración; políticas, instrumentos y normativas.
En este contexto, la Seremi de Ciencia de la Macrozona Austral, Dra. Pamela Santibáñez, se refirió al trabajo grupal de la reunión y al trabajo que se viene en la elaboración de la hoja de ruta: “súper buena experiencia (...) ya tenemos los desafíos bastante claros y va a ser complejo, las soluciones no son muy fáciles, necesitamos escuchar distintas voces para lograr encontrar soluciones. Es cierto que somos macro regiones y que compartimos muchos puntos y también tenemos muchas diferencias. Entonces, la hoja de ruta tiene que pensar en las realidades regionales, además de los puntos de encuentro”, indicó.
Agregó también que “somos pocos y la gran mayoría de nuestros científicos están un poco sobrevendidos también, así como la gente que trabaja en los distintos servicios públicos. Entonces creo que esta iniciativa y esta posibilidad de conversar e idear en conjunto nos permite empezar a vislumbrar algunas luces de solución y empezar a estudiar la ciencia y cuán factible es aplicarla en los territorios.”
Es importante destacar, que en la fase diagnóstica se definió como principales áreas de trabajo: cambio climático; poblamiento humano (arqueología) y paleontología; ecosistemas marinos; ecosistemas terrestres y dulce- acuícola; gestión del desarrollo sustentable; biorecursos y productos naturales; energía y salud. Educación por su parte se consideró cómo temática transversal y cambio climático como área estratégica con capacidad para articular y potenciar las capacidades de CTCI en la Macrozona juntamente con las otras 7 áreas. Sobre lo anterior, se levantarán iniciativas específicas conducentes a proyectos y acciones estratégicas.
Para finalizar la jornada cerró el Dr. Juan Carlos Aravena, director de proyecto, concluyendo que, “el ejercicio estuvo muy bueno, plantea muchos temas que hemos estado discutiendo a través de la ejecución de este Nodo, nos queda poquito tiempo de este año, pero lo tenemos bien encauzado en términos de las tareas y desafíos ya definidos. De lo último que estuvimos conversando me quedó resonando la palabra articulación, una gran tarea (...). Un buen ejemplo, es cómo se enfrentó el Covid en nuestra zona, un esfuerzo mancomunado de todos los sectores, público y privado que llevó a buenos resultados. Los invito a que sigamos pensando en eso y darles las gracias por participar de esta jornada, los seguiremos convocando. Tenemos una agenda muy apretada, con poco tiempo, con harto trabajo, pero muy entusiasmaste.”
Es importante recordar que como una forma de acercar la CTCI a las necesidades del territorio surge el proyecto Nodo Ciencia Austral financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y ejecutado por: la Universidad de Magallanes, Universidad de Aysén, Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) e Instituto Antártico Chileno (INACH).