Las nuevas instalaciones de la Universidad de Aysén permitirán aumentar los espacios para el correcto desarrollo de actividades académicas y complementan el edificio ya existente, en arriendo por los próximos seis años, mientras la casa de estudios adquiere su infraestructura propia.
Boris López, director de Administración y Finanzas de la UAysén, destaca la importancia de contar con esta nueva infraestructura. “Disponer de este nuevo edificio es muy importante ya que nos entrega la seguridad de disponibilidad de los espacios requeridos para las áreas de docencia y gestión de la Universidad de Aysén en el período en que nos encontramos ejecutando los edificios institucionales en nuestro terreno del campus Río Coyhaique, que podría llevarnos unos 4 a 5 años, donde el primero de ellos ya se encuentra próximo a licitar nuevamente”, señaló.
Este nuevo edificio se encuentra al costado del actual Campus Lillo, permitiendo una mayor conexión con los laboratorios, biblioteca y salas y contará con 9 salas de clases y cafetería, en los tres primeros pisos, dedicados al desarrollo de la docencia, mientras que los pisos 4 y 5 estarán destinados al desarrollo de las actividades propias de funcionarios, funcionarias, académicos y académicas, los que serán ocupados por la Dirección Académica, Departamento de Ciencias de la Salud y la Unidad de Infraestructura y Servicios Generales.
Marco Uribe, encargado de Infraestructura de la Administración y Finanzas de la UAysén, destaca que el proyecto comenzó a gestarse el año 2019 y hoy se ve materializado con un edificio que cumple con las necesidades y expectativas de la Universidad de Aysén. “Este es un espacio que va a tener mucha vida universitaria y que se complementará perfectamente con las instalaciones que actualmente se encuentran en uso en Campus Lillo. Hay dos espacios que van a permitir una favorable interacción entre sus ocupantes, como es el sector acceso (piso 1) y cafetería universitaria (piso 3). Se espera poder hacer uso de las instalaciones durante el mes de diciembre del presente año, debido a que actualmente se están realizando trabajos de habilitación de la telefonía e internet por parte de nuestro proveedor del servicio”, señaló.
El nuevo edificio tiene un diseño compacto cuya estructura soportante es en base a acero y losas colaborantes, cuenta con accesibilidad universal, bicicleteros y estacionamiento y se suma a la actual infraestructura de la universidad que, incluyendo las instalaciones del Campus Río Simpson, suma una capacidad de 22 salas de clases que permiten el adecuado desarrollo de la actividad académica con sus ocho carreras.