La preparación de los y las futuras profesionales que acompañarán el desarrollo de la Región de Aysén, junto a la comprensión del entorno social, las transformaciones socioculturales que experimenta el territorio, sus demandas, patrimonio, formas de vida y tejido social, marcan sin lugar a dudas la carta de navegación del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Aysén de cara a su año académico 2022.
Cuando se piensa en la Patagonia, usualmente suele destacarse su geografía y la belleza de sus paisajes. El caudal de sus ríos, sus lagos y glaciares, la posicionan como una gran reserva hídrica a nivel país. Sin embargo, estos parajes han sido habitados (y en una proporción importante también transformados) por los hombres y mujeres que desde hace más de cinco mil años han recorrido la región, convirtiéndola en su territorio. Hoy, su población distribuida en distintas comunas, construye una cultura regional rica, compleja y diversa en cada una de sus identidades. En la región se encuentran los desafíos centrales que afectan no solo al país, sino que a la humanidad entera. Estos son: cambio climático, diversidad social y el desarrollo sustentable.
“El Departamento de Ciencias Sociales aborda estas problemáticas desde el punto de vista de la investigación, la formación de profesionales en las disciplinas de Trabajo Social y Psicología, y en la generación de espacios de conversación pública de vinculación con el medio. Nuestras investigaciones contribuyen al reconocimiento del patrimonio cultural de la región y al conocimiento de las distintas identidades que se han construido a lo largo de su historia. Una de nuestra preocupaciones es contribuir al desarrollo sustentable con políticas locales que favorezcan el liderazgo y la participación de las comunidades en la solución de sus problemas. Como universidad, nos interesa contribuir, a la vez, al desarrollo de las capacidades y del capital cultural y social de la población. Por ello, otra de nuestras líneas de estudio y de intervención es el trabajo con el sistema escolar y sus comunidades. Finalmente, nos preocupa el bienestar y la salud mental de la población en el más amplio sentido de la palabra y por ello, a través de la formación de psicólogos(as) y de trabajadores(as) sociales, buscamos aportar profesionales comprometidos con las personas de la región y el desarrollo de todas sus potencialidades. La Universidad de Aysén y, particularmente nuestro departamento, está contribuyendo a la creación de espacios de conversación y de deliberación pública donde se relacionan el conocimiento, la formación profesional y el diseño de políticas públicas efectivas y sustentables, con impacto en el bienestar de la población”, especifica Sergio Martinic, académico y jefe del Departamento de Ciencias Sociales y Humanidades.
Las y los académicos del departamento desarrollan su investigación con un fuerte sentido de pertinencia territorial focalizándose en dos áreas: Territorios y Diversidad, y Políticas Públicas y Desarrollo Humano. Mientras la primera incorpora investigaciones centradas en la construcción de identidades territoriales y en temáticas socio-ambientales tales como las dimensiones socioculturales de la transición energética y la protección medioambiental, la segunda se aboca a investigaciones respecto a políticas públicas y procesos de intervención con grupos en riesgo de exclusión y vulnerabilidad. Asimismo, trabaja con un fuerte énfasis en las políticas educativas y las prácticas docentes, realizando investigación en el ámbito de la psicoterapia y la psicología experimental centrada en los procesos de aprendizaje.
Al respecto, Johanna Madrigal, Doctora en Sociología y académica de la carrera de Trabajo Social, explica cómo se inserta hoy esta disciplina a nivel nacional y regional, y también el cómo han concretado los estándares de calidad y una visión actualizada de su tejido curricular.
“Lo que buscamos con la visión de la malla curricular, es situar a nuestros y nuestras estudiantes en los debates contemporáneos que está viviendo la disciplina, a partir de enfoques epistemológicos y discusiones teóricas de las ciencias sociales”.
Lo que pretendemos es situar al Trabajo Social en el contexto regional, para que cuente con ese sello y gestualidad. Que nuestros y nuestras estudiantes experimenten ese cruce y puedan observar las características del territorio. La carrera está muy enfocada en potenciar las habilidades para la investigación social. Que los y las estudiantes miren lo social y luego aprendan a investigar; no se trata sólo de producir datos, sino que a partir de ellos tomar buenas decisiones para poder intervenir. Nuestro sello posee un enfoque regionalista pero integrado a las discusiones nacionales e internacionales de la disciplina, como son hoy el enfoque de genero, la diversidad, los derechos humanos, entre otros. Asimismo, queremos extender esas discusiones a los debates medioambientales”, finaliza.
Rescate de la memoria histórica
Una acabada labor en materia de rescate del patrimonio del litoral norte de la Región de Aysén, es la que ha sido encabezada por la investigadora y jefa de carrera de Trabajo Social, Patricia Carrasco. Mediante su proyecto "Recuperación de relatos orales en la Región de Aysén", la académica ha jugado un rol clave en la conservación de la memoria histórica, entrevistando a pobladores e hijos de pioneros arribados a la región a comienzos de Siglo XX.
“Este trabajo fue iniciado en diciembre de 2017, ocasión en que entrevisté a pobladores y pobladoras de Villa O’Higgins. Luego, en el verano de 2018 avancé hacia Cochrane y Tortel, rescatando la historia de hombres y mujeres preguntándoles cómo arribaron y poblaron la región en lugares extremadamente apartados y sin la presencia del Estado. Tras ello, llegamos al extremo norte y el litoral de la región en 2019, realizando entrevistas en Puerto Cisnes, Melinka y el 2021 en Lago Verde. Mi idea siempre fue poder dibujar un mapa de oralidades de la región, donde se recuperen los testimonios orales en torno a esos primeros y primeras pobladoras y conocer cómo fue posible habitar esos paisajes. Y a partir de ese ejercicio investigativo desde las narrativas orales o historias de vida, relevar la diversidad de paisajes culturales de la Patagonia Aysén y conservar esos relatos como un patrimonio inmaterial de la región”, puntualiza Carrasco.
En este contexto, en noviembre de 2021 la Unidad de Vinculación con el Medio de la Universidad de Aysén firmó un convenio con la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a nivel regional, para el rescate de oralidades en cuatro fases al que se dio inicio a contar de enero de 2022, visitando las localidades de Puerto Gala y Puerto Gaviota y convocando a un equipo multidisciplinario apoyado por la Dirección de Investigación de la universidad, que contempla profesionales de salud, agronomía, ciencias forestales y de las ciencias sociales. En esta experiencia también se busca integrar a estudiantes de las distintas carreras, para que den inicio a sus proyectos como futuros investigadores e investigadoras de la región.
Descentralizando las políticas públicas en salud mental
El proceso de iniciación temprana en los espacios de práctica, marca una de las principales fortalezas de la carrera de Psicología en la Universidad de Aysén. Se trata de un modelo de funcionamiento donde los componentes de investigación, docencia y vinculación con el medio, se trabajan desde el enfoque participativo de los alumnos. En esta línea, el Centro de Atención Psicológica (CAPs), se piensa como un espacio de articulación con el territorio, que contribuya a la salud mental, y al mismo tiempo, a los procesos de formación de los estudiantes e investigación académica.
“Queremos aportar a la descentralización de las políticas públicas en salud mental en la macro zona sur-austral. Por ello, proyectamos el CAPs como un aporte al bienestar de las personas de la Región de Aysén, pero no de forma aislada, sino que en articulación con la red de salud. Para la Infraestructura estamos contemplando una sala espejo unidireccional, que permitirá que los alumnos observen el proceso de atención clínica del paciente integrando los conocimientos teóricos y desarrollando las habilidades clínicas. Asimismo, contará con dos box de atención y una sala de atenciones grupales, enfocadas en psico-educación. Esperamos que a partir de la evidencia científica que generemos, todo este trabajo alimente los procesos de enseñanza/aprendizaje de nuestras carreras. Que toda esta evidencia en salud mental, nos sirva para orientar nuestro proceso formativo. Particularmente en el caso de psicología, mediante algunos dispositivos que nos permitan formar a nuestros terapeutas en base a casos reales y a experiencias prácticas y con supervisión permanente, en un trabajo que a su vez implica una vinculación con las organizaciones del territorio”, enfatiza Romina Aranda, jefa de carrera de Psicología de la Universidad de Aysén.
Una de las prioridades en materia de investigación a nivel de la carrera, es la salud mental y el desarrollo de estrategias para poder abordarla. Una de estas líneas investigativas es encabezada por Felipe Alfaro, académico de la escuela de Psicología, quien ha desarrollado un proyecto basado en el aprendizaje del efecto de las drogas en el organismo humano.
“Nuestra investigación está centrada en el efecto de las drogas en la conducta y en el aprendizaje y nos concentramos en el proceso de estudio de este último. Al conocer la forma en que la experiencia alimenta el efecto de la droga, podemos crear estrategias para enfrentarla, mediante terapias y ayudas. Es una perspectiva, una investigación netamente experimental, en la que nos preguntamos por los mecanismos básicos. Probamos la coordinación motora de las personas sin ingesta de alcohol, pero les preguntamos por su experiencia con este. Apuntamos a develar las claves del alcohol, cuya experiencia para cada persona es muy particular. En general, hemos comprobado que la gente asocia los lugares y claves específicas como el sabor, la compañía en el ejercicio de la ingesta. Es un efecto de la experiencia de tomar alcohol, una experiencia psicológica”.