Recientemente fueron presentados los resultados del proyecto “ADN ambiental, una herramienta para la identificación de presencia de especies exóticas invasoras en ASP de la Región de Aysén (FNDR 7% del Gobierno Regional de Aysén)” impulsado por el Club Deportivo, Social, Recreativo y Cultural CONAF Región de Aysén, el cual contó con la colaboración de la investigadora de la Universidad de Aysén, Dra. Delphine Vanhaecke.
En agosto 2022 la investigadora capacitó a guardaparques CONAF en el uso de un kit de ADN ambiental, lo que permitió realizar muestreos a partir de pequeñas muestras de agua en 7 áreas silvestres protegidas de Aysén, incluyendo al PN Bernardo O’Higgins, PN Cerro Castillo, MN Dos Lagunas, RN Coyhaique, RN Laguna San Rafael, RN Simpson, RN Katalalixar y un predio privado en Aysén (Las Mentas), con el objetivo de detectar la presencia de jabalíes, visones y ciervos rojos, especies consideradas como prioridad regional en Aysén por la Estrategia Regional de Biodiversidad de la Seremi del MedioAmbiente.
Las muestras -casi 3 litros de agua con material genético- fueron analizadas por la doctora Vanhaecke e Ibeth González en el Laboratorio de Ecología Molecular de la Universidad de Aysén, arrojando como resultado la presencia de 2 de estas especies exóticas invasoras y, para el caso del jabalí, en lugares donde no había registro.
“Usando ADN ambiental, con un esfuerzo mínimo, se pudo registrar formalmente y por primera vez la presencia del jabalí en 3 áreas silvestres protegidas (MN Dos lagunas, RN Coyhaique, RN Río Simpson). En el caso del Visón, se detectó en el MN Dos lagunas y en el predio privado de estudio, en coherencia con otros registros que confirmaban su presencia. El ciervo rojo no apareció en nuestros resultados, lo que no significa que no esté presente” indicó la Dra. Vanhaecke.
“Esto, por un lado, indica el potencial que tiene el nuevo método de ADN ambiental para poder detectar especies exóticas invasoras, que a través de otros métodos usados actualmente no habían sido detectadas y, por otro lado, desafortunadamente también indica que la población del jabalí está en aumento y que se está expandiendo por toda la región. Hay que seguir con los esfuerzos de monitorear esas poblaciones e implementar medidas de control, ya que representan amenazas a la fauna silvestre y a la ganadería” precisó la investigadora.
Desde el Club impulsor del proyecto, su secretaria Gabriela Gómez (CONAF) señaló que “este trabajo en conjunto entrega importantes resultados en la identificación de amenazas presentes lo que permitirá ir implementando medidas de reducción y mitigación para proteger flora y fauna”, añadiendo que “es importante potenciar el uso del ADN ambiental como método para el monitoreo de la biodiversidad debido a todo los usos potenciales que se le puede otorgar”.
Cabe destacar que es la primera vez que se utiliza esta metodología para detectar especies exóticas invasoras en áreas silvestres protegidas de Aysén, y sus resultados permiten situarla como un complemento efectivo a otras técnicas de monitoreo, como lo son las cámaras trampa o el avistamiento directo.
El proyecto, además, permitió constatar la presencia de algunas especies nativas (puye grande, puye chico, torcaza, cerceta, anfibios del género Alsodes y Batrachyla, huairavo y pato real) y de otras especies exóticas, pero asilvestradas (perro, oveja, vaca y gallina).
El método de ADN ambiental permite confirmar o descartar la presencia de especies a partir del análisis de material genético que se desprende al medioambiente por parte de los seres vivos, y que mediante métodos tradicionales de monitoreo podrían resultar muy difíciles de avistar y registrar.