“Queremos identificar los puntos nodales que marcan la frontera territorial de nuestro mapa común, identificando cómo son las especificidades de vivir a uno y otro lado de la frontera, para ver qué elementos encontramos en esta construcción de imaginarios de frontera” explica la investigadora Patricia Carrasco, quien dirige el proyecto “Fronteras y Migraciones en la Patagonia: reflexiones transdisciplinarias internacionales“ financiado por el Concurso Nacional de Atracción de Capital Humano Avanzado del Extranjero (CONICYT, 2019)
“Hablamos de fronteras de tipo horizontal. Espacios habitados de forma híbrida, con tradiciones de un lado y otro que son mestizajes culturales. De ese modo queremos mostrar que las disposiciones político administrativas que configuran el territorio no necesariamente tienen que ver con las formas en que son habitados” añade la académica de la Universidad de Aysén.
En esta tarea, la Dra. Carrasco se encuentra colaborando junto a la Dra. en antropología Brígida Baeza, quien desempeña una destacada trayectoria investigativa en el lado oriental de la Patagonia como investigadora de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
“Queremos destacar los modos de interacción al interior de los grupos denominados “pioneros”, la resignificación del pasado en torno al sacrificio por habitar en contextos de un tipo de naturaleza imperante, por momentos avasalladora pero al mismo tiempo habilitante de prácticas sociales que persisten actualmente y que conectan ambos lados de la frontera trazada por los estados nacionales de Chile y Argentina” señala Baeza.
Durante enero (2023), ambas investigadoras recorrieron diferentes localidades de la Región de Aysén -como Murta, Guadal, Cochrane y Coyhaique- recuperando relatos orales y memorias de los habitantes. Esto permitió ampliar información previamente levantada tanto por la investigadora Carrasco, con las comunidades ayseninas de Lago Verde, Villa O’Higgins y Cochrane, como por la investigadora Baeza en Trevelin y Río Mayo, lo cual será complementado con trabajo de campo en las localidades de Los Tamariscos (Chubut), Perito Moreno y Los Antigüos (Santa Cruz).
“Buscamos generar aportes orientados a la actualización del conocimiento acerca de los procesos sociales ayseninos en relación a dinámicas poblacionales fronterizas, cuestiones migratorias, relaciones y tensiones entre diferentes grupos sociales en el marco de los estudios sobre memorias” explica la Dra. Baeza.
“Recién comenzamos y estamos definiendo y encontrando elementos comunes, porque hay muchas cosas sobre las cuales uno puede definir este mestizaje, por ejemplo las comidas, las prácticas cotidianas para trabajar la tierra, las prácticas medicinales, las costumbres, o la construcción de relatos” aclara la académica de la Universidad de Aysén.
Los resultados de este trabajo colaborativo serán presentados a la comunidad a través de la realización de seminarios abiertos a la comunidad -durante el mes de agosto, en Coyhaique- donde se integrará también el trabajo realizado por el Dr. en Psicología social Pastor Cea -coinvestigador de la propuesta- junto a la Dra. Brígida Baeza, con foco en migraciones y salud.
“Hay formas de habitar y vivir la Patagonia de manera muy diversa, muy distinta. La idea de este proyecto es observar esas diferencias, y en ese sentido la mirada transdisciplinar es fundamental. Como Universidad podemos aportar a mejorar esta mirada centralista respecto a las políticas públicas, por ejemplo, que no se están diseñando para los territorios y para sus singularidades” puntualizó Carrasco.